Yo era de aquellas almas ingenuas que, cuando era pequeñita, soñaba con ser médico, abogada o profesora. O simplemente, escritora. Ése fue uno de los sueños más fuertes que tuve cuando era una niña de apenas siete años. Soñaba con escribir y llevar a otros a mundos lejanos que existían en mi cabeza, soñaba con poder contar a personas que estaban muy lejos de mi lo que sucedía a mi alrededor... a día de hoy, todos esos sueños se han roto. O casi todos...
Atención: éste no es un post sobre mi día a día, sobre la última camiseta que me he comprado o el último lugar maravilloso que he descubierto. No es un post típico de este blog... pero ya sabéis cómo soy: no estoy aquí para agradaros.
Los que me leéis desde hace tiempo sabéis dónde estoy. Sabéis en qué ando metida, sabéis que lucho y protesto por intentar dignificar a un país que, literalmente, está en la mierda. No por mí, sino por aquellos a los que quiero: mi madre, mis abuelos, mi tío, mi familia, amigos... creo que todos merecemos vivir en un país que sea digno, y creo que todos deberíamos sentirnos representados en él.
Pero desde hace ya varios años, las mentiras de 'los de arriba' resbalan por sus lenguas hacia los culos de aquellos a los que les encanta ser lamidos. Hace tiempo que dejamos de ser una 'nación' para ser un grupo de 'oprimidos y supervivientes del día a día' a merced de unos payasos que se creen con el poder de 'salvarnos'.
Desgraciadamente, estos payasos han conseguido llevarnos hasta donde estamos por estar atontados. Dormidos, sobados, pasando de todo; decidlo como queráis. Se nos subió el fútbol a la cabeza. Se nos subieron durante varias ediciones las Olimpiadas, Operación Triunfo, Alaska y Mario, Jersey Shore, la F1, Penélope Cruz y Javier Bardem, los toros, Crepúsculo, Harry Potter, Andy y Lucas, Lady Gaga... se nos secaron los cerebros con tanto Piqué y Shakira, Mario Casas y sus abdominales, los hipsters, el blog de Gala, el tupé de Pelayo, los diseños de Custo y los últimos desfiles de la MBFWM que seguimos vía Twitter. Se nos caía la baba con la colección de Jimmy Choo para H&M, los escándalos del Sálvame o la cara de Belén Esteban. hasta con los documentales de La 2, que si nos los quitaban y ponían la Vuelta Ciclista, nos cabreábamos por no poder echar una siesta como Dios manda.

Y, de pronto, unos cuantos despertamos, frotándonos los ojos y mirando horrorizados a nuestro alrededor. '¿Qué hemos hecho?', se preguntaban algunos; 'Tenemos lo que nos merecemos', se lamentaban otros. Vale, a lo mejor éso es cierto, pero basta ya de lamentarnos y horrorizarnos. Es hora de dar un paso adelante y luchar por un país justo que dejar a los que vienen detrás nuestra. Porque ellos sí que lo van a tener jodido, os lo aseguro.
Somos la generación más preparada que ha tenido este país; y mi primer instinto es el de muchos: me largo fuera y que les den a los que se quedan. Pero amigos, no es fácil marcharse fuera, ni tampoco lo es quedarse. Hay que plantar cara. Si te quieres ir, vete; eres libre de hacerlo. Si te quieres quedar, hazlo; pero no te encierres en tu habitación pensando que el mundo va a arreglarse solo... porque nunca ha sido así. Planta cara. Lucha.
A lo mejor no te ves con fuerzas de luchar como puedo luchar yo. No es divertido. Tampoco fácil, no so voy a mentir. He visto y pasado muchas cosas realmente duras, cosas que no deseo a nadie. Y sé que cosas más duras están por venir.
Por luchar, me refiero a que te levantes cada día como si no hubiera un mañana, y que salgas a la calle a comerte el mundo. No te quedes enganchado al PC o a la televisión. A lo mejor es el momento de acercarte al INEM que, no sirve para mucho, pero oye, hacen cursos gratuítos para parados. O a lo mejor te puedes acercar a ayudar a alguna ONG. O ayudar a tu vecinita anciana del quinto a hacer la compra. Hay muchas maneras de luchar, todas ellas igual de respetables.
Lo que no es respetable, es lo que el pasado #26S pasó en Madrid. Ni lo que lleva pasando desde el #15m con mucha gente en este país. El usar la violencia indiscriminada no puede ser respetable de ninguna de las maneras.
'Los de arriba', los políticos; deben parar de reírse en nuestras caras. Deben de dejar de creer que tienen la capacidad de hacer lo que les sale de los cojones, hablando mal. Al fin de cuentas, su trabajo es éso, un trabajo; pero a día de hoy no entiendo por qué no somos capaces de despedirlos. Si un médico hace mal su trabajo, es despedido. Igual para un camarero, profesor o albañil. Si no sabes hacerlo, si lo haces mal, a la calle. ¿Por qué no somos capaces de entender esto y levantarnos para echarlos?
Ah, porque ellos tienen a la policía. Y el ejército, claro. Pero, ¿acaso no quieren éso? ¿Generar un estado de terror, una doctrina del shock? ¿Acaso no pretenden tenernos acojonados en casita deseando que velen por nuestra seguridad?
Una de las cosas que más me preocupa con todo
lo que está pasando, es que si necesitara ayuda de verdad de la ley, de
la policía; no la encontraría. O no me atrevería a confiar en ella.
Gracias a las órdenes de 'los de arriba' están consiguiendo que se
genere un estado de desconfianza tremendo. Si ellos son los que me han
de 'defender' en caso de apuro, prefiero defenderme sola. Al fin de
cuentas, para sus jefes, para 'los de arriba'... yo también soy 'el
enemigo'.

Así pues, parto de la siguiente premisa: la policía no me representa ni me protege. Los políticos no me representan. El que se queda en casa, no me representa. Ni el que sale a la calle, tanto a protestar como a quemar contenedores de basura (curiosamente, ésto suele hacerlo la policía secreta). NADIE me representa, sólo yo me represento a mí. Y voy a luchar por lo que creo. Por mí, por aquellos en los que creo y quiero. por la señora que el #26s estuvo más de cuarenta minutos semi inconsciente sin ser atendida. Por el señor al que redujeron dos policías y le metieron los dedos en los ojos. Por todos a los que pegaron y dejaron marca. Por los que detuvieron, imputaron, agredieron, maltrataron. Por toda esas personas que tuvieron que salir huyendo. Por los que estaban en Atocha y sufrieron disparos de pelotas de goma sin comerlo ni beberlo. Por ése señor, ése héroe, que defendió a los que se refugiaron en su bar.

Por ésa niña de siete años que aún vive en mí y sueña con escribir las historias que le pasan y habitan en su cabeza algún día.
Los héroes no saben que salen por la tele. Los
héroes se van a la calle a dar la cara, a recibir golpes y a intentar
cambiar las cosas. Son los conformistas y mediocres los que lo ven
por la tele, pensando que no tienen nada que temer en lo que creen que
es 'su' hogar.
Por fortuna, cada vez hay más héroes que no tienen miedo de salir a la calle.
Yo tenía esperanza en un país llamado España. Y la vamos a recuperar, todos juntos.
Today I write in Spanish about what happened the past #26s here in Spain. It was really embarrassing that, while the police were fighting unarmed people, our politicians were inside the Congress or travelling, as our Government President Mariano Rajoy.
Please, read it. Share it.
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