We spent my first day around Warsaw walking through the city toward the Soviet Military Cemetery. After getting up and having breakfast, we headed to Zbawiciela square, but not before passing by the Pałac Kultury i Nauki (Palace of Culture and Science), one of the points of the city that I love and where we find one of the signs of the old Jewish ghetto wall.
Mi primer día en Varsovia lo pasamos paseando por la ciudad en dirección al Cementerio Militar Soviético. Tras levantarnos y desayunar, nos dirigimos a la plaza Zbawiciela, no sin antes pasar por el Pałac Kultury i Nauki (Palacio de la Cultura y la Ciencia), uno de los cónclaves de la ciudad que tanto me gusta y por donde encontramos una de las señalizaciones del antiguo muro del gueto judío.
Jairo loves this sweet, bajaderka; but I called it "little ball of poo"
Once in Zbawiciela's square, we visited Plan B, a bar full of graffiti that I liked a lot and where we had a well-deserved beer (in my case with raspberry syrup) after the hike that we had stuck.
Una vez en la plaza Zbawiciela visitamos el Plan B, un bar lleno de grafittis que me gustó muchísimo y donde nos tomamos una bien merecida cerveza (en mi caso con sirope de frambuesa) tras la caminata que nos habíamos pegado.
From here we went to eat at Prasowy, at Marszałkowska street; a landmark with a 60-year history and where we ate wonderfully by just eight euros between the two of us. As you can see, the dishes were generous (I ordered a chicken with cheese sauce and potatoes, and the characteristic Mizeria salad; I also drink my first compote, which was very tasty). As a curiously, the logo of the local comes from a film that talks with humour about the milk bars (mleczny) and how they treat people in there, tying the forks with chains to the tables, so people won't steal them.
Desde aquí fuimos a comer al restaurante Prasowy, en la calle Marszałkowska; un lugar muy emblemático con 60 años de historia y donde comimos estupendamente por apenas ocho euros entre los dos. Como podéis ver, los platos eran generosos (yo pedí un pollo con salsa de queso y patatas, y la característica ensalada Mizeria, un plato muy típico; para beber probé por primera vez la compota, que estaba muy rica). Como curiosidad, el logo del local viene de una película en la que exageran, de forma cómica, cómo supuestamente en los bares de leche (mleczny) tenían que atar los cubiertos con cadenas a las mesas para que no se robaran.
Once we finished eating, we tried to find an art gallery that, in turn, has a cafe, with the idea of taking a coffee in it; but as we didn't find it, we just took a cappuccino in Pini; then we caught the bus and moved towards the Soviet cemetery.
The truth is that I didn't imagine the Soviet cemetery as it was, and I was pretty impressed. There were hundreds of graves, all marked with a star. It is said that more than 20,000 Soviet soldiers were buried here, having fought against the Nazi army during World War II. In the breathtaking sculptures of entry can be read in Russian and Polish "To the memory of the Soviet Army soldiers who fell while liberating Poland from German occupation in the years 1944-1945."
Una vez terminamos de comer, intentamos encontrar una galería de arte que, a la vez, tiene una cafetería, con la idea de tomar un café en ella, pero al no dar con ella acabamos tomando un capuccino en Pini, para luego coger el autobús y encaminarnos hacia el cementerio soviético.
La verdad es que no me imaginaba el cementerio soviético así, y me impresionó bastante. Había cientos de tumbas, todas marcadas con una estrella. Se dice que más de 20.000 soldados soviéticos fueron enterrados aquí, tras haber luchado contra el ejército nazi durante la II Guerra Mundial. En las impresionantes esculturas de su entrada se puede leer en ruso y polaco "A la memoria de los soldados del Ejército soviético que cayeron mientras liberraban a Polonia de la ocupación alemana en los años 1944 a 1945."
To end the day we walked to Polonez, Jairo's favourite bar, where I tried the most amazing black beer I've drunk so far. The place, located in Poznańska, was so cool; besides the great music it was curiously decorated ... and nothing better to end a long walking day than a beer and good company!
Para finalizar el día caminamos hasta el Polonez, el bar favorito de Jairo, donde probé la cerveza negra más rica que hasta ahora he bebido. El local, situado en la calle Poznańska, me encantó; además de poner una música genial estaba decorado de forma curiosa... ¡y nada mejor para acabar un día de caminata que una cerveza y buena compañía!
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