Thursday, July 24, 2008

Calíope: Sobre una chica.

- A veces sentía la necesidad de pincharme, pero no de pincharme en el sentido de drogas y estupefacientes... Sencillamente cogía un imperdible y lo clavaba en mi brazo hasta que sentía dolor. O cogía un cuchillo y jugaba a clavarlo entre los dedos de la mano. Me fascinaban las cosas punzantes, y el fuego... Hacía pequeñas hogueras en ceniceros de casa.

Escucharse decir esas palabras le daban escalofríos. ¿Qué clase de infancia había vivido? ¿Qué le había inspirado ser así? ¿Ella misma, acaso? Sus padres le habían dado amor de sobra, a veces a su manera; y nunca tuvo necesidad de nada a pesar de haber vivido momentos difíciles en casa. ¿Por qué era así, qué le había influenciado tanto para acabar convirtiéndose en lo que es?

- No te martirices - dijo Oniros mientras la abrazaba -. Todos tenemos ése tipo de momentos. Yo los tengo incluso ahora... Tú me los inspiras.

¿Realmente era cierto? ¿Por qué era capaz de inspirar, por qué era capaz de crear esa magia envolvente a su alrededor? Según él, algunos tienen ese don de hacer soñar con el pestañear de sus ojos, con el olor que queda impregnado en sus cuellos; el sabor a herrumbre de sus labios. ¿Realmente ella era así? Si era cierto, nunca nadie se lo había dicho... 
Claro, a las musas no se les dice esas cosas; y es una pena, porque así podrían esforzarse mejor en cumplir su misión y, tal vez, ser más felices.

Pero, ¿qué inspira a una musa entonces? ¿Son capaces de ser inspiradas por algo o alguien, tal vez por aquel al que inspirarán la próxima vez que nazcan? ¿O sueñan con aquellos a los que ya inspiraron en otra vida?

- ¿Con qué sueñan las musas, Calíope?

Esa pregunta retumbaba con eco dentro de su cabeza...

Y la respuesta era simple.

Tú.

5 comments :

  1. Perdóneme, pero...
    "Mis padres e habían dado..."
    A pesar de la borrachera, al leerlo algo no me concordaba.
    Borras el comentario si tal y punto.
    Ahora comentaré lo demás, que voy a continuar tragando alcohol para olvidar penas momentáneamente y, así, poder recordarlas para siempre cuando mañana intente recordar -si lo logro- qué pretendía dejar apartado de las imágenes esas tan extrañas que aparecen por el cerebro sin pretenderlo.
    Vamos, que ahora hago otro comentario...

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  2. Las pequeñas hogueras han sido el gran vínculo amistoso de muchas criaturillas.
    Golpearse, insultarse y demás tipos de maltrato: más de lo mismo.
    Y, cuando un voyeur-mirón observa la soledad de un ser actuando tal y como lo haría en compañía; maltratándose, golpeándose, con actitudes pirómanas y sin pedirse disculpas a sí mismo, ese ser -me apetece decir (aunque lo mismo mañana no estoy de acuerdo)- se convierte automáticamente en su musa.

    Quién será la musa de la musa de un colgado... pues no sé si será el tal , pero tengo una duda:
    ¿Hay musos?

    Saludos y eso.

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  3. Esa magía
    esa voz silenciosa
    que parece propia,
    se escapa...
    cuando amanece...
    se habre el telon
    otra vez
    es de día,
    la obra
    comienza al
    ponerte los zapatos...
    continuan los sueños
    en la vigilia...
    hasta donde la inspiración...?
    Ella desea ser liberada
    del dolor y la fama...
    ella ama el amor
    y la creación...
    hija de su tiempo
    sabe que
    entre los ahnelos
    de los hombres
    pocos encienden velas...

    Te recomiendo de Sandman de Neil Gaiman el comic de Caliope
    saudos y FElices sueños

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  4. ¿Que si me confunde?
    ¿Que si me cofnudne?
    ¿Que si me cudnonfe?

    La noche me destroza.
    Más últimamente.

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  5. una sonrisa...que no es poco...

    abraxos

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