Desde que somos pequeños nos venden aquello de que hay que amar a la vida, y la muerte es algo de lo que no hay que hablar. Es malo, es triste, y si alguna vez en tu vida sientes deseos de morir, estás muy enfermo y necesitas ayuda y que nos compadezcamos de ti.
Y una mierda.
Hace unos años, cuando pasaba una depresión e iba al psicólogo, hablé con él de este tema. Fue en concreto una semana en la que me sentía fatal y, sinceramente, no tenía ganas de nada. Sólo de desaparecer. De morir. Por supuesto, no le decía esto a nadie, y de hecho esta es la primera vez que voy a hablar de ello aparte de con él.
Recuerdo que llegué a la consulta y era un día de mucho sol. Comenzaba a hacer calor y la primavera estaba en todo su apogeo, un factor que a mí me afecta de forma bastante negativa. El exceso de luz lo estaba llevando fatal, y le pedí que bajara las persianas un poco. Y al ver mi expresión, permaneció allí en silencio, mirándome, esperando a que yo dijera algo. Tras un rato, lo dije en voz alta. Quiero morir. Dos palabras que salieron de mi boca con perfecta naturalidad, aunque inmediatamente después de pronunciarlas sentí vergüenza. ¿Cómo podía decir eso? ¿Cómo podía ser tan cobarde, tan egoísta? ¿Cómo podía quererme tan poco a mí misma y a los demás? ¿Cómo...?
Mi psicólogo (una gran persona a la que admiro mogollón, y que no sé si leerá esto algún día, pero ojalá lo haga) me dijo que los sentimientos de muerte, sobre todo cuando estás de bajón, son muy normales; y es estupendo que los verbalicemos hacia el exterior. No hay que avergonzarse de ellos. No hay que sentirse culpable por ellos. No nos hacen cobardes o egoístas, no nos hace nada de lo que yo pensaba ni de lo que la sociedad nos inculca. Pensar en la muerte (algo que yo llevo haciendo desde que me alcanza la memoria y que me hacía sentir un bicho raro) es algo normal, algo que tenemos que hacer. Hablar sobre ello, también. De hecho es algo sobre lo que deberíamos hablar más a menudo para compartir nuestros miedos e inquietudes ante ella. Hablar incluso de lo que nos gustaría que hicieran con nuestros cuerpos una vez hayamos fallecido. Hablar de ello con personas de todas las edades, culturas, religiones.
Lo que no es sano, es obsesionarte con ello (para mal; si estás obsesionado con la imagen de la muerte, con huesos, con cementerios... Bueno, bienvenido al club).
Lo que no es sano, es no hablar de ello, no materializar esas palabras que se quedan atragantadas en tu garganta cuando sientes que el mundo te viene demasiado grande.
Lo que no es sano, es pensar en el mismo tema 24h los siete días de la semana (apliquemos esto a la muerte o patatas fritas, no es sano pensar 24h en lo mismo todo el rato).
Lo que no es sano es pensar que la muerte es tu única salida, porque estás equivocado. Siempre hay más de una salida, aunque tú no la veas. Por éso es necesario encontrar a personas cualificadas con las que hablar, para que te muestren todas esas opciones que tú no ves en ese momento. Pero tienes que hablar. Tienes que desahogarte, tienes que escupir aquello que te está asfixiando.
Fui una adolescente a la que le gustaba la muerte. Escribía sobre ella, fantaseaba con ella, me agobiaba con ella, lloraba por ella. Escribir siempre fue una gran terapia, igual que la música. Pero llegado el momento, años después, cuando la idea de pronto tomó forma en mi cabeza a causa de la depresión, decidí que necesitaba hablar y busqué ayuda para ello. ¿Fui afortunada? No lo sé. Seguramente. Me hubiera gustado que otras personas a quienes conocí en mi camino hubieran tenido esa misma suerte, y hubieran hablado y pedido ayuda. También me hubiera gustado ser menos ingenua y haber sido capaz de ayudar a otras de estas personas antes de que fuera demasiado tarde. De hecho, parte de esa angustia al no poder haber hecho "más" por determinadas personas que habían muerto me arrastraban hacia un pozo sin fondo. Pero con ayuda y tras reflexionar mucho, descubrí que yo, al igual que todos, vengo a este mundo sin un manual de instrucciones, y no puedo hacerlo todo perfecto, todo bien. Que hay cosas que se escapan de mis manos, como se escaparon dos personas a las que quiero mucho y que ya no están. Y no fue culpa mía el no haber visto las señales. ¿Mandaron señales? ¿Lo hicieron de forma correcta? ¿Fue un error de comunicación por ambas partes? No lo sé. Pero el dejarnos arrastrar por sucesos de nuestro pasado no va a ayudarnos a aprender de ellos y a seguir nuestro camino. Lo pasado, pasado está. Tuvo unas consecuencias. Aprende de ello, respira, y sigue caminando, procurando no cometer los mismos errores otra vez. Pero deja de culparte por algo que no tiene solución, o que no fue culpa tuya. Y si lo fue, aprende de ello para no dañar a los demás ni a ti mismo.
Por eso escribo este texto. Para que entendáis que no es malo hablar de la muerte. Ni siquiera es malo el sentir alguna vez que quieres morir. Pero hay que canalizarlo, y verbalizarlo. Hay que hablar de ello, y si sientes que necesitas ayuda de verdad, pídela, sobre todo si lo que te ocurre ha sido algo tan horrible que ni siquiera sabes por dónde empezar tu historia. Pero habla. Grita, si es necesario. Porque si esta u otra idea destructiva se enquista dentro de ti, se transforma en un monstruo que sólo pide más, y más, y más. Con su boca grande y llena de dientes, te pedirá que lo alimentes con más penas, con más culpas que pueden ser a veces reales, y a veces no. Y te irá dejando vacío y frío, poco a poco.
Os voy a contar un secreto: podemos con estos monstruos. Si lo intentamos de verdad, podemos con ellos. Y nos reiremos en sus caras a pesar de las lágrimas. Y al enfrentarlos, descubriremos más sobre nosotros mismos. Y creceremos como seres humanos, y nos aceptaremos un poco más, limando nuestros defectos, apreciando nuestras virtudes.
Y entonces, iremos nosotros tras ellos. Entonces, cazaremos monstruos.
A little post about death, about how taboo is talking about it in our society and why we should talk more of it.
Edit: Si alguna vez os encontráis muy en la mierda, os dejo mi playlist de Subnopop y varios, que seguro que os saca unas risas (acepto canciones para añadir)
Me ha encantaó oiga, ojalá mucha gente lo lea, lo entienda, interiorice, exteriorice :D
ReplyDeleteMuchas gracias, señor ornitorrinco <3 Ojalá!
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